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viernes, 3 de diciembre de 2010

Defectos llenos de virtudes.

…“Los problemas deben ser oportunidades.”*…
* (verso nº: 28 de mi poema-mandato “el amor más grande”)

Este artículo se llama “defectos llenos de virtudes”, porque he descubierto algo que ya estaba descubierto, y es que no hay mal que por bien no venga. O sea que por ejemplo La Tierra (nuestro planeta), está inclinado en su eje de rotación unos 23º del eje hipotético central. Así esta “falla” o “defecto”, ha hecho o provocado que los trópicos y los polos tengan una rica y divertida división de climas, a la que llamamos: Estaciones. O sea que gracias a Dios nuestro planeta “defectuoso” ha creado a lo largo del año: cuatro estaciones (primavera, verano, otoño e invierno) y tan sólo por una pequeña y “defectuosa” inclinación de su eje.



Y si trasladamos estas “defectuosas virtudes”, los tenemos a los bonsái que gracias a que unos árboles en la naturaleza nacen con una inclinación aparentemente defectuosa, estos son, sin embargo los mejores árboles para luego “tallar” una obra de arte viva que son los bonsáis.



Así mis queridos amigos no hay problema que no pueda solucionarse, no hay mala inclinación que no pueda ser aprovechada para bien de los hombres. Para Dios nada es imposible, no hay alcohólico, por ejemplo, que no pueda dejar la bebida y hacerse luego profeta de los otros alcohólicos que no pueden contra ese vicio.

Si entendiéramos bien que: “cada problema debe ser una oportunidad”, no tendríamos ningún tipo de problemas, pues si a cada contratiempo le sacamos una enseñanza o una virtud: los problemas que nos aparezcan durante nuestras vidas se irán disolviendo en la olla de la creatividad, de la paciencia, del corazón expandido y de la mente despierta.

De Nicolás José Neville (Juan de Dios ) 3/12/2010

domingo, 28 de noviembre de 2010

Proporciones.

Hoy conocí a un hijo de Sergio y Fabiana Fahler (que ambos fueron mis compañeros del taller de Oración y Vida del Padre Larragniaga) y éste hijo que conocí era el hijo “del medio”, y su contextura física era larga y finita, al cual yo le hice una broma de que era así de finito y largo por ser el hijo del medio y estar “aplastado” entre el mas grande y el mas chico de sus hermanos, a lo que Sergio como buen vendedor de fiambres dijo que era “el jamón del medio”, y a lo que el hijo no le gustó mucho el comentario que dijimos y se fue a jugar con su bicicleta.
Luego de este encuentro, una o dos horas después yo me fui a mis libros, y leí en una frase de Leonardo Da Vinci, algo que se cumplió con este hijo de Sergio Fahler , pues hoy mismo yo tenía un árbol Bonsái que hace tiempo que lo había redireccionado sus ramas de mala manera, pues tenía mas forma de álamo flaco y alargado y yo lo había dejado con forma de roble coposo, y entonces hoy mismo le cambié las direcciones de los alambres y las ramas y lo puse nuevamente en forma de álamo alargado y delgado tal como la forma y proporciones que luego descubrí que tenía el Hijo de Sergio.
La frase de Leonardo Da Vinci era la siguiente:
“La proporción entre la obra humana y la naturaleza es la misma que media entre el hombre y Dios”.


Esta frase de Leonardo Da Vinci, me sorprendió y me iluminó al leerla esta noche, porque se veía claramente que Dios me estaba diciendo que ese álamo, o bonsái en forma de álamo que hoy hice se manifestó en la forma de ese hijo de Sergio que tenía la misma forma del álamo, o sea delgado y largo, y que lo que yo hago con la naturaleza se manifiesta en lo que Dios hace con nosotros los seres humanos, y viceversa y hablando de los seres humanos, hace unos días que le propuse a Marcelo Gálvez hacer un poco de dieta, o empezar a hacerla de a poco, y con esto que me ocurrió del bonsái y del hijo de Sergio, me dice a las claras que siga haciendo la dieta, y llegue a ser como este chico de la foto que es feliz y delgado, además hoy en la misa del Domingo La Palabra hablaba de que no tenemos que abusar de las bebidas y comidas, pues Jesús dijo que su segunda Venida iba a ser como en los tiempo de Noé en donde los hombres se casaban y comían y bebían en exceso, por eso hay que estar preparados y no excederse en las comidas también, y tener una proporción en el cuerpo que coincidan con las proporciones del alma y sus apetitos, y gozar de la vida, de tal manera que gocemos en los deberes –el estar delgado- para no sufrir en los placeres –estar gordo y pesado-.

De Nicolás José Neville (Juan de Dios) 27/11/2010.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Brote lateral.



Una característica del bonsái es que cuando uno lo poda, salen brotes laterales que cambian su fisonomía y lo hacen mas bello, así hoy "pode" una parte de la vida que yo llevaba con una persona muy allegada a mi, y "le canté los 40", pues esa persona tiene muy poca espontaneidad y no me habla con fluidez y naturalidad, entonces yo le "canté los cuarenta" y le dije que se refiera a mi con mas alegría y naturalidad, entonces sucedió que pasaron la horas y luego me habló un poco diferente a como me estaba hablando antes, así una "poda espiritual" o "un reto intelectual" hizo que "brotaran ramas laterales"en esa persona y me hablara un poco diferente, pues si seguía "sin podar", iba a seguir todo igual o no iba a producirse ningún cambio.


La belleza de un bonsái está en sus ramas laterales o brotes laterales principal mente, y la belleza de la vida en familia está en ir corrigiéndose mutuamente cada miembro con "podas" constantes o esporádicas que hacen salir "ramas laterales" de nuevas visiones con qué mirarnos. En una palabra cuanto más podamos o cortamos las ramas en desuso más bello es el bonsái y más bella e interesante es la vida en familia, pues ya lo dice la Biblia , algo así como:...¡Amonestaos unos a otros en el amor!...
Y el que corrige la dirección de un camino incorrecto está como podando senderos de vida que no llevan a ninguna parte y dando lugar a desvíos nuevos que puedan conducir a realidades mas plenas y felices, que entretejen mas plural mente la trama de la vida, haciéndola en cada poda una esperanza que nazcan nuevas cosas, nueva alegrías, nuevos caminos, nuevas ramas laterales que hacen mas interesante el camino y lo llevan a vivir una vida diferente cada día.
Por eso el bonsái como la vida en familia, requiere mucho cuidado. Debe tener dos cosas principales. o sea el riego y la poda, así necesita agua y ser cortado, así la vida familiar debe ser regada con las aguas del amor y la paciencia, del respeto y el cariño, y al mismo tiempo debe ser podada con amonestaciones, que hagan nacer cosas nueva, "ramas nuevas".
de Nicolás José Neville (Juan de Dios) 25/11/2010.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

No hay peor poda que la que no se hace.

El error debe ser corregido,

El vicio debe ser erradicado,

El sacrificio debe ser premiado.
(Versículos 4,5 y 6 de mi poema "El amor más grande")


Podas continuas versus podas tardías.
El hombre es un ser de costumbres, y si debe cortar o "podar" con una mala costumbre, debe ir podándola de a poco pero constantemente como un bonsái para que le vaya dando cuerpo a su alma, esa mala costumbre si se la "poda" tardíamente, puede ser demasiado tarde, y ser muy difícil su reemplazo por una buena costumbre, mas saludable y bienhechora, tal como sucede cuando en un bonsái dejamos crecer demasiado el árbol, y un día de repente lo cortamos y podamos de tal manera que queda feo o mal proporcionado, pero incluso estos tienen esperanza de terminar siendo un lindo bonsái, ya que al engrosar el árbol: queda con la apariencia de tener muchos años.



En fin, si a un bonsái, lo podamos continuamente, o al menos regularmente, éste se ramificará más y tendrá mas ancha su copa, y parecerá como un árbol en miniatura, como un Peter Pan de los vegetales , y por analogía si a una mala costumbre (propia o ajena), la "podamos" o corregimos de una manera amorosa pero firme al mismo tiempo, y lo hacemos persistente mente, esa "mala inclinación" se verá ramificada poco a poco en otra costumbre mas bella par Dios y para su conciencia, pero si decidimos podar nuestro errores humanos tardíamente, o a destiempo, no hay problema, pues como en un bonsái que cortamos una rama demasiado gruesa o crecida y que nos olvidamos de podar, así esa mala costumbre, se hizo "fuerte y gruesa", dando la apariencia de mucha experiencia en el vivir, pero una vez podado el arbolito o la mala racha de nuestra mala costumbre, empezarán a surgir nuevas ramas que en un corto tiempo poblarán el árbol y el alma de satisfacción.



Y así como hay más alegría en los cielos por uno solo que se convierta en la tierra, que por 99 justos que no necesiten conversión o corrección o poda... así hay más alegría en un bonsái y en un alma que quiere corregirse por una sola poda tardía o continua que por la poda o corrección que nunca se hizo por falta de amor o negligencia.
En un libro vi unas palabras de Goethe que dicen algo asi como que: "si tratas a una persona como ella es, seguirá siendo como es, pero si tratas a una persona como puede y debe ser , esa persona será como puede y debe ser".
de Nicolás José Neville. (Juan de Dios) 24/11/2010